En Paz

En Paz relucía una anacronía todavía mucho más brillante que seguir en activo pese a rondar ya los 60 años o que ser la primera aragonesa medallista paralímpica cuando nuestro país apenas amanecía en esta manera de entender y practicar este deporte.

En Paz rebosaba una naturalidad del todo saludable y necesaria en esta sociedad actual, por momentos, esclava de la imagen y del peso de los factores externos. Del postureo que retroalimentamos queriendo ser como los demás quieren que seamos y queriendo que los demás sean como nosotros queremos que sean. Fuego cruzado y poco amigo de atender más a lo que cada uno quiere de si mismo, de cómo se ve y de qué opinion se merece, más allá de que la moda y su ciclo te den o no la espalda.

En Paz nunca hubo un minuto para darle la espalda a la falta de naturalidad… ni al agua, por supuesto, por más que éste fue su estilo casi exclusivo. En Paz hubo días llenos de vida porque ella se encargó de llenar de vida cada uno de los días, al menos, que le conocimos. De vida como ella la entendía, en torno a una piscina y siendo como sentía que debía ser. Hasta el final. Por eso, estamos seguros y nos enorgullece al máximo, su final sólo pudo ser en Paz.

Paz Monserrat. En Paz.

Paz Monserrat. En Paz.

 

Entrevista a Javier Hernández en «A Vivir Zaragoza» de Pasarela Comunicación por David Blay

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