De los Pies a la Cabeza have always prefered being recognizable rather than getting recognition. It is a mindset to which we appealed recently, when we were awarded with the Honoris Causa by the Claustro Doctoral Iberoamericano in México… That philosophy did once more took full meaning on last Thursday 13th June, in the occasion of the overwhelming Award of Honor conceded by Fundación Randstad: “For embodying one of the most important values promoted by Fundación Randstad: the will to strive in the effort to turn disability into achievement”.
We indeed enjoyed the event, magnificent given the reputation and record of these Awards; all the projects, in the different categories, were really worthy of admiration; and we shall underline and congratulate Randstad for the brilliant organization of an event, once more held in a breathtaking location: the Salón Real at Casino de Madrid, in Alcalá Street.
As it should always be, the packaging looked unbeatable. But it is the content what really stands out in these awards; and that was what allowed us to feel hugely recognised… and fully recognisable in taking this Award of Honor. Randstad, along with all the projects presented, works in accordance to a principle which has always been paramount to De los Pies a la Cabeza: that we are all equal and as such should work and live together, in real equality. Everyone with everyone. And always looking up at the goal of turning our motto into tangible realities, business plans, corporate projects, political decisions. The kind of stuff that Randstad award-winners are made of.
The society that effort will bring us will be a society in which we can all recognize ourselves. And be recognized by everyone. One in which nobody will look or will ever be looked at from top to bottom. Instead, we will be seen, as it should be, as a whole: from feet to mind. De los Pies a la Cabeza.
(Extracto) DISCURSO MENCIÓN DE HONOR RANDSTAD 2017 JAVIER HERNÁNDEZ AGUIRÁN www.delospiesalacabeza.org
«Quizá suene a tópico, o lo sea directamente, pero es un inmenso honor recibir la Mención de Honor 2017 de la Fundación Randstad. Lo es por el sobresaliente prestigio del emisor. Y lo es porque celebramos cada premio como si de una Champions se tratara… pues casi nunca aspiramos a ellos. Nos ocupamos mucho más en seguir siendo reconocibles, de lo que nos podamos preocupar por ser reconocidos.
Si hemos de recibirlos, bienvenidos sean, que lleguen en un marco tan inspirador como éste: el de la empleabilidad universal. Lo que durante casi siempre fue un imposible y sólo, en las últimas décadas, ha logrado evolucionar hacia lo probable, ahora ha de dar el paso definitivo y convertirse en un progreso INAPLAZABLE. Nuestra sociedad nos necesita a todos, seamos como seamos y tengamos las circunstancias que tengamos. También a las personas con discapacidad, por supuesto. Porque, entre otras cosas, el 100% de la Humanidad tiene alguna, entendiendo la discapacidad como lo que es: la convivencia, más o menos visible, reconocida o no por la Administración y/o por el ojo social, con alguna imperfección. Por ello, les invito a dejar de referirnos a ella en tercera persona porque nos pertenece a todos; o mejor: todos pertenecemos a ella. Y, sobre todo, nos debemos creer en ella. Creer de de verdad, de igual a igual. Desde la claridad de la visión, no desde la caridad en la mirada.
Podría entenderse como un discurso integrador y hasta como una filosofía inclusiva. Yo no lo considero así, porque nunca he creído que haya nada que integrar ni que incluir. Todos vivimos en el mismo planeta y respiramos en la misma atmósfera. Todos somos parte del mismo todo. SÍ QUEDA MUCHA CONVIVENCIA POR PRACTICAR. La convivencia es la receta, el norte de la brújula que nos llevará a ser una sociedad futurista, cohesionada y orgullosa de sí misma. Una sociedad ilimitada (de los pies a la cabeza).»