La identidad en la mirada
La identidad es una idea compleja cuya inasible definición se intenta construir tirando de otras complejidades: la conciencia, la pertenencia, la comunidad, lo diferente, lo específico, lo esencial… Así, la identidad funciona como una muñeca rusa, una verdadera matryoshka conceptual que los humanos hemos tratado de atajar a base de documentos, códigos alfanuméricos, fronteras y nacionalidades. A MAYSUN, fotógrafa de mirada inconformista, esas soluciones no le servían. Lo que veía frente al espejo era una mujer de rasgos diversos que revelaban su ascendencia hispano-palestina; y al poner el foco en su conciencia encontraba un desacuerdo radical con las definiciones convencionales. Iba para egiptóloga pero por el camino se descubrió fotógrafa. Quería mirar adentro y consiguió ver mirando fuera: “Comencé a usar la cámara para averiguar quién era yo… sin saber que eso era documentar”.
Su discurso cumple la misma función que su mirada: comprometer las ideas preconcebidas, interrogar las convenciones y, frente a ellas, exponer la radical individualidad de cada ser humano Share on XNacida en Zaragoza en 1980, radicada entre España y Kenia, desde 2005 ha cubierto conflictos sociales y políticos, y desastres naturales en diferentes países de Europa, Balcanes, Sudeste Asiático, Norte y Este de África, con especial énfasis en Oriente Medio. Publicada en medios de primer nivel internacional como el New York Times, Time Magazine, National Geographic, The Guardian y el Wall Street Journal, ha colaborado regularmente con agencias como EPA y la ya desaparecida Corbis Images. Como tantos otros fotoperiodistas especializados en conflictos bélicos, su mirada nos lleva allá donde no podemos ir… ni entender: al horror extremo, en muchas ocasiones.
De regreso, Maysun carga la mochila con el imposible olvido y mezcla la asimilación de la tragedia con la realización de conferencias, la docencia y una inagotable pulsión por la creación plástica, particularmente a través de la pintura, la música y la naturaleza, que reconoce como partes esenciales de su vida. Premiada, reconocida y prestigiada por su labor profesional, su discurso cumple la misma función que su mirada: comprometer las ideas preconcebidas, interrogar las convenciones y, frente a ellas, exponer la radical individualidad de cada ser humano.